Braun y la economía: “Por distintas situaciones, está siendo difícil echar a andar el auto”
Optimista sobre las oportunidades que enfrenta el país, el académico llama a concentrarse en el crecimiento potencial. “Si es 3,5% ó 4% hace la diferencia”, dice. Para este año espera una expansión en torno a 3%.
- T+
- T-
Entusiasmado está Matías Braun con su aterrizaje a partir de este mes como profesor titular de Finanzas del ESE Business School de la Universidad de Los Andes. Tras 14 años en la Adolfo Ibáñez, el norte de este ingeniero UC y Ph.D en Economía de Harvard es influir desde esta nueva instancia en cómo toman las decisiones las empresas y, a partir de ahí, aspirar a una mayor expansión de la economía chilena.
“Hay que tener una visión optimista y si nos enfocamos en potenciar el crecimiento de largo plazo, que va ligado a la forma en que las empresas están enfrentando los cambios, especialmente el tecnológico, la economía tiene un potencial importante para reinventarse y volver a crecer a tasas más altas de lo que hemos estado viendo en los últimos cinco y más años”, asegura.
- ¿Cómo ve el escenario económico actual?
- Tuvimos un período de vacas flacas en lo macroeconómico y cambios en lo microeconómico que hicieron que la eficiencia no anduviera bien. Después vino una gran esperanza de cambio e, incluso, una reversión de los errores que se cometieron, especialmente en la reforma tributaria. Se generaron grandes expectativas y esto llevó a las compañías y a los inversionistas a adelantarse a los resultados y dar por descontado que las cosas iban a cambiar para mejor. Comenzaron a invertir, basado en endeudamiento, pero los resultados no llegaron y dejaron de invertir, dejaron de estar confiados. Los resultados operacionales de las compañías son peores de lo que estábamos acostumbrados.
- ¿Por qué no llegaron los resultados esperados? ¿Qué pasó?
- Tanto en el gobierno anterior como en éste, el ámbito internacional no ha estado bueno. Esta es una de las economías más abiertas del mundo en el comercio internacional y dependemos mucho de eso.
- ¿Su inquietud viene por la guerra comercial China-EEUU, nuestros principales socios?
- Son dos cosas. La guerra comercial pone un manto de duda respecto de cómo serán las políticas de aquí en adelante. La apertura comercial en el mundo explicó el espectacular crecimiento desde los ‘60 en adelante y si eso se pierde, Chile será uno de los países más desfavorecidos. Fuimos los que más sufrimos con la Gran Depresión.
Por otra parte, tenemos el agotamiento del crecimiento en Europa y los emergentes.
- ¿Y a nivel local?
- Los cambios y la corrección de los errores a la reforma tributaria no han llegado todavía. A pesar de los esfuerzos importantes del gobierno, no se ha logrado un consenso y, hasta que eso no pase, es complicado porque eso genera un clima de poca esperanza sobre el futuro.
- ¿Cuál es el problema de fondo de la reforma tributaria? Para José Luis Daza no tenía sentido si no se bajaban los impuestos corporativos y eso no está en la mesa.
- Uno es el nivel de los impuestos. No estamos siguiendo la tendencia del resto del mundo y si algo suena es que van a seguir subiendo. Segundo, están las distorsiones que se generaron por la reforma anterior entre las grandes empresas y las pequeñas, y la incertidumbre jurídica con la posibilidad de una mayor interpretación del SII sobre elusión y evasión.
- En el mejor de los escenarios para el gobierno se podrían lograr dos de tres.
- Podría…pero el problema es que cambiamos el foco. En vez de estar hablando de cómo gastamos mejor, hablamos de cómo recaudar más y eso no tiene límites. La reforma de pensiones requiere muchos recursos, la educacional también, y siempre habrá presiones políticas. Si no integramos en la discusión el gastar mejor, no es muy sostenible el proceso que estamos viviendo.
- Y en la reforma previsional se les va la vida en quién administra el 4% de cotización adicional.
- Ahí perdimos el foco. Las pensiones deben ser reformadas porque los parámetros con que se calculó el sistema no son los más adecuados. Las pensiones no están siendo del nivel que la gente espera por el mercado laboral, las lagunas, las tasas de rendimiento de los papeles han bajado y la longevidad de la población ha ido subiendo. Hay que subir las tasas de cotización -el 4% no será suficiente-, y la edad de jubilación, que se dejó fuera del debate.
Lamentablemente, el tema se ha enfocado en cómo manejar ese 4% con una visión ideológica muy importante, es complicado.
“Estoy entre los realistas”
- En cuanto al crecimiento de la economía doméstica, ¿se sitúa junto a los optimistas que ven una expansión de hasta 3,5% o de los pesimistas, más cerca de 2,5%?
- No. Estoy entre los realistas, en torno al 3%, pero lo más relevante es el crecimiento potencial, si es 3,5% ó 4% hace la diferencia.
- ¿Le hizo sentido el ejercicio del Banco Central con el PIB tendencial?
- Parte importante del ajuste ya sucedió y fue por la inmigración. Los trabajadores llegaron, incrementaron la masa laboral y van a ir sumando productividad. Eso sí tiene un efecto en las tasas de crecimiento de largo plazo siempre y cuando mantengamos una visión abierta de la inmigración, que no ha sido para nada la tónica en la historia de Chile. Pero en temas de productividad, independiente del trabajo, no se ve mucho, siguen los modelos estando enfocados en capital físico, en inversión, en cuántos son los trabajadores. La PTF solo se mide como un residuo y las cosas que no se pueden medir son difíciles de afectar.
- ¿Sorprendido con la recalibración?
- Tal vez el Banco Central se adelantó un poco a los tiempos, tal vez fue mayor de lo que uno hubiese esperado (baja de 50 puntos base en la TPM). Ahora, la forma en que lo hizo fue sorpresiva, fue una visión muy práctica, se adelantó a lo que pasará en EEUU y Europa y eso será favorable. Son cosas monetarias, su impacto es de corto y mediano plazo, pero no de largo plazo.
La rebaja en la proyección de crecimiento era esperada.
- ¿Fueron un error las alzas previas?
- Es más difícil tomar decisiones ex antes que ex post. Depende de la información que se tenía en ese momento y eso indicaba que tenía que poner más restrictiva la política monetaria, porque EEUU estaba subiendo las tasas al igual que otros países.
- ¿Espera más bajas?
- Sí, seguirán bajando. Tasas alrededor de 2% de los papeles largos del Tesoro de EEUU son muy, muy bajas, y eso lleva a que las tasas largas en todos los países sean mucho menores, especialmente en Chile, donde ya estamos en niveles históricamente bajos. Cuando el mercado está esperando una baja de tasas es bien difícil contradecirlo. Y las condiciones estructurales también te permiten pensarlo tanto en lo externo como en las condiciones locales.
El mismo camino
- ¿Cree que el cambio de gabinete ayude a las expectativas o fue algo más cosmético?
- Cuando las cosas no están funcionando, cualquier cambio tiene la potencialidad de mejorar un poco las cosas. Si es un ministro u otro no es tan relevante, sino la dirección en que el gobierno está proponiendo y eso es lo que se puede mejorar un poco.
- ¿Ve cambio en la dirección?
- No mucho. Se están tratando de adelantar obras de infraestructura, impulsar renovación tecnológica, pero la verdad es que vamos más o menos en el mismo camino y mucho más lento de lo que uno quisiera. Por distintas situaciones está siendo difícil echar a andar el auto para llegar a norte. Ahora, no es algo sólo nuestro, en el mundo está más complicado llevar adelante las políticas, la gente está más empoderada, la situación política está más enredada.
- Este año está jugado, ¿qué se puede esperar para 2020?
- Hay que ser positivos. Probablemente, estemos en lo más bajo del ciclo de crecimiento. Veremos algún rebote motivado en parte por estas bajas de tasas que van retroalimentando una mejora en las percepciones de los empresarios y consumidores y crean un círculo virtuoso. Pero debemos enfocarnos más en el largo plazo, pensar no en potenciar un sector particular sino que en los mismos sectores que estamos, potenciar y motivar el camino y dirección en que se van tomando las decisiones, de manera que las empresas que fueron tan exitosas en las últimas décadas pueden seguir siéndolo más adelante.
Apuesta por más investigación
A Braun lo atrajo el ESE porque vio un proyecto interesante que implica fortalecer el claustro de profesores y dar un impulso importante a la investigación académica, que complementa bien la investigación aplicada que se ha hecho en la primera etapa de la entidad.
"Cómo llevar tanto el mundo práctico como el conocimiento que está al tope de la investigación mundial a nuestras clases y forma de enseñanza, que está basado en un modelo muy apegado a la empresa y muy personalizado", explica.
La investigación se está fortaleciendo en todas las áreas y para ello se ha contratado a nuevos profesores enfocados en ese rol. En finanzas hay un grupo importante de docentes dedicados a las finanzas corporativas para ver cómo toman las decisiones las empresas; en mercado de capitales, cómo los inversionistas determinan los precios y en una aplicación bien concreta en el ámbito inmobiliario ante las posibilidades que se abren con la posibilidad de una mayor inversión de las AFP en dicho ámbito.
"Las empresas exitosas no están siendo tan
proactivas para adaptarse al nuevo mundo"
Matías Braun asegura que en Chile se ha puesto demasiado énfasis en generar sectores de alto crecimiento para pasar a ser una industria con mayor valor agregado, y poco en cómo dentro de una misma industria se logra que las empresas hagan las cosas de forma distinta.
En otras palabras, "dejar de lado esto de ser líder en costos a pasarse a un tema de manejo de demanda y, al final, de más innovación", agrega.
Por ello, considera crucial impactar en la forma en que se hace empresa y en que se toman las decisiones. En el retail por ejemplo, dejar de invertir en mall, y hacer inversiones logísticas. Menciona como ejemplo que en algunas ciudades Amazon demora dos horas en entregar un pedido y en Chile el retail tarda fácilmente 10 días.
Para la buena toma de decisiones los directorios son clave. "Es ahí donde tenemos que entrar", dice Braun y detalla que la edad promedio de los directores es alta, tienen un perfil muy tradicional y conservador y eso hay que cambiar para entren nuevas y distintas visiones.
- ¿Les cuesta a las empresas adoptar estos cambios?
- Sí. En las últimas tres décadas las empresas chilenas han sido tremendamente exitosas y, por tanto, ven lejana la posibilidad de un cambio. Piensan que si fueron exitosas fue por las decisiones que se tomaron y quieren seguir haciéndolo. Pero el mundo cambia y sigue rodando y estas empresas que fueron muy exitosas no están siendo tan proactivas para adaptarse al nuevo mundo.
- ¿Ayudará en algo más de actividad los planes anunciados por el gobierno?
- Claro, pero de nuevo, el tema no está en qué tan rápidamente las empresas hagan inversiones tradicionales, sino en cómo las hacen distintas. Estamos demasiado enfocados en que los permisos son muchos para una inversión, lo sabemos y está complicado, pero lo relevante es cómo generamos mayor eficiencia de las empresas basado no solo en capital físico y capital humano. La siguiente etapa es, dados los recursos que tenemos, cómo les sacamos mejor provecho y ahí el liderazgo de Estados Unidos es claro, no hay que inventar la rueda.